Empresa, familia y el reto de alcanzar la sostenibilidad con ambas
Ekos Negocios
29-06-2023
Al hablar de empresas familiares, es inevitable pensar en la idea preconcebida de que hay favoritismos propios de la consanguineidad, que es más complicado mantener el orden, y que delimitar bien la diferencia entre la familia y la empresa no es tarea fácil. Y si bien esta no es una realidad que aplique en todas y cada una de las empresas familiares, sí es un reto que enfrenta un gran porcentaje de ellas.
Un reto que, si se trata con estrategia y un norte claro, puede ser el punto de partida que permita alcanzar la sostenibilidad que toda organización -familiar o no- tiene como meta.
Para lograrlo, es importante partir de un punto crucial: procurar buenas prácticas de gobernanza que fortalezcan la disciplina administrativa. Y para lograrlo, es menester que las decisiones sean procesadas en los órganos adecuados. Es decir, que los accionistas den el mandato indicando hacia dónde quieren que se dirija la empresa. Luego, que los directores o el directorio se apropien de esa idea. Y de allí, que esas palabras pasen a acciones con la ayuda de la administración. Existir una cohesión perfecta de los accionistas, el directorio y la administración.
Otro elemento que se ha visto de forma consistente en la experiencia en consultoría de EBM & Asociados, es que es imperativo contar con un equipo profesional. Y es que, aunque sea una píldora difícil de tragar, se debe aceptar que las empresas familiares no necesariamente tienen que estar estructuradas sólo con los miembros de familia. Al pensar en un cargo, hay que evaluar objetivamente las competencias que demanda el mismo, y de no tenerlas “in house”, toca buscar fuera. De esta forma, podremos asegurarnos de contar con un equipo de alto rendimiento, en el que se asegure que la empresa tenga a los mejores en cada posición.
Un punto no menos importante que toda empresa familiar debe valorar tener es una “Carta Magna”. Término que usamos para ejemplificar la definición en pro de la alineación familiar, y que en la práctica, vendría siendo una especie de manual donde se les indica a todos -con exactitud-, qué deben hacer y qué reglas deben de cumplir para estar dentro de la compañía.
Por último, algo que siempre se debe tener presente, es la rentabilidad del negocio. Si el modelo de negocio no es rentable, su empresa no permanecerá en el tiempo. Por lo tanto, es importante revisar, cuantas veces sea necesario, los cambios en el mercado, evaluar los nuevos competidores, contracción de márgenes, ineficiencias internas, impactos exógenos como consecuencia de altos niveles de inflación en el mundo y una volatilidad enorme en los mercados como resultado de las subidas de tasas y la quiebra de bancos.
En tal sentido, les sugerimos tener una mirada holística donde se visualice a la empresa y a la familia, con el fin de que pueda haber una alineación entre ambas y evitar así, que la empresa se convierta en el centro de batalla de la familia.
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