La crisis sin precedentes en nuestra era por la que está atravesando el planeta obliga a las empresas a entender que estamos enfrentando un nuevo paradigma que exige la participación de los actores claves en las empresas para hacer frente a esta crisis sanitaria y económica y establecer una nueva estrategia que le permita a la empresa sobrevivir a mediano y largo plazo.

Un sistema de gobierno corporativo robusto mantiene órganos de dirección que actúan de forma efectiva, como el directorio o el comité ejecutivo, órganos que se crean dependiendo del tamaño y madurez de la empresa, que hoy más que nunca, deberán apoyar la gestión de la administración para asegurar la continuidad del negocio.

Es indispensable asegurar que el directorio nos agregue valor en estos momentos, motivo por el cuál es necesario que este organismo trate temas estratégicos como:

  • Salud y seguridad pues es necesario establecer un tono de comunicación y políticas claras para proteger el bienestar de sus empleados y de todos sus grupos de interés. A pesar de la crisis que atravesamos, es un buen momento para identificarte con la sociedad contribuyendo desde tu posición con esta crisis incrementando tu reputación corporativa.
  • Supervisión operativa y de riesgos para monitorear los esfuerzos de la administración para identificar, priorizar y administrar riesgos potencialmente significativos para las operaciones de la empresa y actuar de inmediato para mitigar esos riesgos.
  • Velar por la continuidad del negocio analizando la situación laboral de la empresa y todo el marco normativo que se avecina, la cadena de suministros e interrupción de la producción, el impacto financiero analizando especialmente el flujo de caja de la empresa y la negociación con tus proveedores, el reforzamiento de los controles internos para mejorar la efectiva toma de decisiones, el análisis de las personas claves y cuáles serán los planes de sucesión en casos de emergencia para esta crisis y para el largo plazo, analizar el impacto del sector donde te encuentras y repensar el negocio para recuperar la demanda pues haciendo lo mismo después de este confinamiento no obtendremos los mismos resultados.
  • Actualizar el plan estratégico para conocer donde es probable que surjan oportunidades que estén alineadas con la estrategia de la empresa para replicar lo que estamos haciendo bien, cambiar o eliminar lo que hacemos mal y empezar a producir estratégicamente para los productos que no lo estamos haciendo.

Finalmente, para enfrentar este nuevo paradigma que se espera para las empresas, requerimos directorios que vivan y enfrenten esta crisis con la administración, cada uno desde su lugar, para lo cual es necesario contar con directores resilientes, disruptivos y que eviten contagiarse del pesimismo para llevar a la empresa al lugar donde se propongan sus líderes.

Por: Sebastián López / Socio de EBM & Asociados